La región donde hoy se encuentra asentada la ciudad de Chihuahua fue
originalmente habitada por los indios conchos, una tribu de indígenas
seminómadas que formaban parte de los grupos que los españoles
denominaban generalmente como
Chichimecas.
La conquista y exploración por parte de los españoles fue lenta y
tropezó con la ferocidad de los nativos, sin embargo, las expectativas
de riqueza mineral de la región llevaron a redoblar los esfuerzos de
colonización.
El
24 de junio de
1562,
Francisco de Ibarra inició la expedición por lo que hoy es
Durango y
Chihuahua, nombrándolo
Nueva Vizcaya y el
20 de marzo de
1598 llegan a las márgenes del
río Sacramento
los primeros europeos que pisaron el sitio donde hoy está la ciudad de
Chihuahua. La expedición colonizadora fue encabezada por
Juan de Oñate y estaba formada por unos 400 hombres, de los cuales 130 traían a sus familias. Era
jueves santo, por este motivo bautizaron con ese nombre al Río Sacramento, por la festividad del
Santísimo Sacramento que se celebra ese día feriado.
El origen de la ciudad de Chihuahua comienza con el descubrimiento de las cercanas minas y fundación de la población de
Santa Eulalia en
1652
por el capitán español Diego del Castillo, sin embargo; debido al clima
y los constantes ataques de los indígenas la explotación se suspendió y
Santa Eulalia permaneció varios años deshabitada. Unos cincuenta años
después, en
1707,
se hicieron descubrimientos mineros de mayor riqueza, lo que llevó al
inmediato poblamiento de Santa Eulalia y a su prosperidad.
El fundador de la ciudad, Antonio Deza y Ulloa.
Sin embargo, Santa Eulalia está situada en medio de una serranía y lo
difícil del terreno obstaculizó la construcción y expansión de la
ciudad; debido a ello, cuando en 1709 el gobernador de la
Nueva Vizcaya,
Antonio de Deza y Ulloa, con la instrucción de fundar la cabecera del
Real de Minas
visitó la población, resolvió convocar a 16 vecinos notables (mineros,
comerciantes, funcionarios de gobierno y sacerdotes) para resolver con
ellos la conveniencia de constituir a la propia Santa Eulalia en la
cabecera del Real de Minas o de fundar para ellos una nueva población en
el cercano valle donde confluían los ríos
Chuvíscar y
Sacramento.
El
12 de octubre de
17094
se llevó a cabo la votación de los notables sobre la fundación del Real
de Minas, ocho de ellos se manifestaron por que se situara en la propia
Santa Eulalia, mientras los ocho restantes lo hicieron por la fundación
en el valle. Ante el empate, el gobernador
Deza y Ulloa
intervino con su voto de calidad manifestándose por la fundación de la
población en el valle de la junta de los ríos; de esta manera se
considera a esa fecha como la fundación oficial de Chihuahua y a
Antonio Deza y Ulloa como su fundador. El nuevo Real de Minas fue fundado con el nombre de
Real de Minas de San Francisco de Cuéllar en honor del entonces
Virrey de la Nueva España,
Francisco Fernández de la Cueva Enríquez, 10.º. Duque de Alburquerque y Marqués de Cuéllar.